La variabilidad de la frecuencia cardíaca (HRV) representa la activación por la rama simpática y parasimpática del Sistema Nervioso Autónomo [2]. El análisis de la HRV se valida como un método no invasivo para estudiar las adaptaciones funcionales individuales que se producen a un estímulo de entrenamiento en los deportistas.
La HRV tiene una correlación con el aumento de la intensidad y también viene determinada por factores como las emociones, la motivación, el nivel deportivo, la temperatura, la respiración, los baroreceptores (receptores de presión), el descanso o la calidad del sueño...
Desde hace algunos años, la HRV se propone como una herramienta valida para el rendimiento deportivo. Utilizada para estudiar el equilibrio entre el entrenamiento y la recuperación del deportista y detectar a tiempo el estado de “overreaching” que puede disminuir el nivel de rendimiento; incluso podría resultar una herramienta interesante para cuantificar la carga de entrenamiento y en últimos estudios de 2021 para determinar los umbrales ventilatorios VT1 y VT2.
Para controlar la HRV tenemos actualmente diversas herramientas o app que mediante nuestro dispositivo móvil registran los datos. La utilizada por nuestros atletas es la HRV4Training la cual utiliza fotoplestimografía para medir la HRV, por lo tanto, no requiere banda de pulso y está validada científicamente mediante electrocardiograma. Para realizar la medida se debe estandarizar y realizarse siempre de la misma forma y en el mismo momento del día, es recomendable realizarla a primera hora de la mañana, recién levantados para que influyan menos valores externos y así poder adaptar el entrenamiento según los datos que hayamos obtenido de la medición. Para poder utilizarla cómo indicador de fatiga hay que crear una línea de datos basal durante unas semanas, y a partir de este valor, podremos determinar si nuestro estado de fatiga es elevado o la carga de entrenamiento está produciendo un efecto óptimo en nuestro rendimiento.
Desde mi punto de vista cómo entrenador recomiendo no determinar la planificación de nuestros atletas sólo con la medida de la HRV, pero es cierto que dentro de un contexto, nos ayuda a predecir o entender diferentes cambios fisiológicos controlados por el sistema nervios que son producidos por la carga de entrenamiento, y optimizar los bloques de intensidad. Queda mucho por entender sobre este sistema pero está claro que ha venido para quedarse en los sistemas de control de carga de entrenamiento.
Borja Camarena.